Fernando Acosta Chávez

Sin duda, todas las ocupaciones lícitas, profesiones y oficios, tienen una importancia específica en la economía, así como por sus relaciones con otras labores y actividades. En el contexto de la actual pandemia del COVID 19, las profesiones relacionadas con la salud pública sobresalen por su función específica de atender la salud de las personas. Además, tienen una importancia al contribuir a que el capital humano de las sociedades se mantenga e incremente y las actividades económicas sigan su dinámica sin perder el valioso insumo que representa la fuerza de trabajo de las personas.

No obstante, en fechas recientes se han documentado diversas acciones de violencia en contra del personal de las instituciones de salud. En este artículo se destacan algunas características de las personas que se ocupan de la salud pública a partir la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI. Con ello se pretende contribuir al conocimiento del contexto laboral de estas personas y aunque no debiera ser necesario, ayudar a que más personas valoren estas profesiones y ocupaciones y eviten conductas que atenten contra ellas.

De acuerdo con la ENOE para 2019, en el país se contabilizaban alrededor de 450 mil personas con formación de médicos y 467 mil personas ocupadas como enfermeros y enfermeras .

Entre las personas con formación de médico, 57% son hombres y 43% mujeres. No todas las personas con formación de médico se encuentran dentro de la población económicamente activa y en específico, dentro de los ocupados. De esta manera, las personas con formación de médico y ocupados se contabilizaron en 342 mil personas, de las cuales 59.2% son hombres y 40.8% mujeres.

Adicionalmente, debe considerarse que no todas las personas con formación de médico ocupadas laboran como médicos. Se estima que 83.4% tienen como ocupación principal ser médicos generales y médicos especialistas ; 2.5% son funcionarios, directores y jefes; 4.5% están en el grupo de profesionistas y técnicos (entre los que se incluyen los dedicados a la educación); 3.3% son profesionistas dedicados a otras áreas de la salud y 6.3% realizan otras ocupaciones.

En resumen, poco más de ocho de cada diez personas que se forman como médicos tienen como ocupación principal la de médicos generales o especialistas. Esto último refleja una de las principales características de la formación en medicina, su principal campo laboral se encuentra en la atención de la salud de las personas, por lo que las mujeres y hombres que eligen esta carrera sin duda lo hacen con una especial vocación de servicio.

Un indicador que aproxima la cobertura de recursos humanos en la atención de la salud de las personas es el número de médicos por cada mil habitantes. Si bien no existe un consenso en cuanto al número óptimo de este indicador, se espera que una mayor densidad de médicos en la población contribuya a una mejor y oportuna atención. Con datos de la ENOE se encuentra que, en nuestro país, el número de médicos ocupados generales y especialistas que están ejerciendo directamente su profesión de médicos es de 2.3 por cada mil habitantes.

En 2015, con un nivel similar, este indicador nos ubicaba ligeramente por arriba del promedio para América Latina y por debajo del promedio de los países de la OCDE (Banco Mundial, 2020). Se estima que con la tasa de crecimiento observada en los últimos cinco años (3.9% anual) nos tomaría quince años alcanzar el nivel del indicador (4.1) que tenía Alemania en 2015.

Por otra parte, más de la mitad de las personas con formación de médicos ocupados laboran de 40 a 48 horas a la semana (51.4%) y casi una quinta parte trabaja 49 horas o más a la semana (18.2%, dato que supera al promedio de otros profesionistas y técnicos). Aunque 30.8% de personas ocupadas como médicos no especifican su ingreso mensual, sólo una quinta parte de ellos ganan más de tres y hasta cinco salarios mínimos al mes (similar a otras profesiones) e igual proporción gana más de cinco salarios mínimos al mes.

En este contexto, la labor de las mujeres y hombres que ejercen la medicina en favor de los habitantes de su país es por demás loable, pero también debe reconocerse que enfrenta una alta demanda de tiempo y riesgos profesionales para ellos y sus familias que pueden no compensarse con su nivel de ingresos. En lugar de hablar de ataques y violencia hacía ellos habría que asegurarles mejores condiciones para realizar sus labores y un mayor reconocimiento social.

Investigador del Observatorio Nacional Ciudadano
@Fernand0_Acosta

Referencias

INEGI. (2014). Estadísticas a propósito del día del médico. Recuperado de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2014/medico0.pdf 
INEGI. (2007). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Microdatos. Primer a cuarto trimestre de 2019.
Banco Mundial. (2020). Indicadores de desarrollo. Bases de datos electrónicas. Consultado el 17 de mayo de 2020.

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